Evangelio del Día – 18º Domingo del Tiempo Ordinario 31 de Julio

Evangelio según San Lucas 12,13-21.

Uno de la multitud dijo al Señor: Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia.
Jesús le respondió: Amigo, ¿Quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes? Después les dijo: Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas.
Les dijo entonces una parábola: Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”.
Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida”.
Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios.

Palabra del Señor.
Gloria a ti Señor Jesús.